Dolor de cabeza [Dory y Shanet]

El camino a Tulcea duraba casi medio día, para llegar a tiempo mi padre había decidido salir en plena noche junto a la familia de Glad, para acudir a una escueta charla de prepotencia de media hora, no podía estar de peor humor. Apenas dormía últimamente y haber malgastado esas pocas horas en que conseguía conciliar el sueño en escuchar las salvajes locuras del Rey me había provocado un intenso dolor de cabeza, que el viaje de vuelta (aunque fuese a caballo) pero bajo el sol; no había hecho más que empeorar.
En mitad del discurso me había visto obligado a refugiarme en los callejones de Tulcea en busca de un refugio contra las irritantes palabras, cosa que había sido poco efectivo.
Durante el camino de vuelta Glad no había parado de hablar en ningún momento, enojado e indignado había despotricado contra la Ley 47 hasta que Simu lo había silenciado con una mirada asesina pocos minutos de haber empezado con su batallón de opiniones propias, ahora que nuestros padres habían marchado al mercado a informar al resto de la aldea Glad aprovechaba para soltar todo lo que durante el viaje no había podido criticar sobre la ley.
Normalmente su voz no me provocaba ningún tipo de malestar, pero cuando se indignaba su tono era prácticamente insoportable.
-… ¡sin juicio! ¿Tu te crees? ¡¡SIN JUICIO!!-replico exasperado ante la idea, me limite a rodar los ojos mientras caminaba con los arneses de los caballos que habíamos llevado en el viaje en la mano. Hasta me pareció escuchar a uno de los caballos suspirar cansadamente.
-¿Pero que clase de gobierno…-lo silencie golpeándolo en el pecho y en ese instante pasaron unos soldados al trote que nos miraron con arrogancia y siguieron su camino.
Mire a Glad a modo de aviso, y el se mantuvo callado hasta que llegamos a los establos y me ayudo a ponerles agua a los sedientos animales.

Había permanecido extrañamente callada durante casi todo el trayecto, intentando escuchar la conversación...bueno más bien el monólogo de Glad con su amigo, y como mi padre de vez en cuando soltaba una frase intentando darle sentido a la situación, ¿Sentido? ¿qué sentido?
Me abstuve de hacer comentarios para no incomodar a mi padre, sus ideales a veces eran ciertamente contradictorios.
Cuando llegamos a Olt decidí seguir a los chicos prometiendo que iria a ayudar a madre enseguida, observé como mi padre se iba cabizbajo hacia casa mientras yo seguía a los otros dos a unos metros.
Llegué a los establos y me planté directamente frente a mi hermano.
-¿Alguien me pellizca si es verdad lo que he escuchado hoy? - dije muy indignada alzando los brazos a lo que Glad no tardó ni medio segundo en hacerme caso, me froté el brazo mientras le miraba mal, no solía pillar la ironía.
-Esto es inccreible ¿Tú te lo crees? yo aun no me lo creo, nos han mostrado a los carroñeros que irán a por cualquiera que no sepa cerrar la boca -mi hermano dejo de lado totalmente lo que estaba haciendo para quejarse conmigo.
-¡Si! Prácticamente nos han porhibido respirar sin el consentimiento del rey -pensaba que ya no era posible, pero las formas de imponer el poder cada vez sorprendían más.
-¡Exacto! Dentro de poco Dacia pasará a llamarse "Lucian, la tierra de los esclavos".
-Tienes razón...y eso es horrible-puse los brazos en jarra y miré a Doru, el que siemrpe se guardaba su opinion, y al que posiblemente no le interesase la nuestra, pero Glad siguió desporticando.

El infierno había llegado, me quede observando aquel intercambio de opiniones comunes con expresión de fastidio, aún sujetando en las manos un cubo de madera que perdía agua… el caballo dio un par de coces en el suelo impacientado.
Gruñi cuando Glad y al parecer su hermana se giraron hacía mi en busca de que participase en su vana e inútil queja.
-Me abruma el énfasis de tus palabras-comento Glad con gran sarcasmo, y tras soltar un largo suspiro se volvió hacía su hermana- Te das cuenta en los cabos sueltos y peligrosos de esa ley, si alguien se cruzase en tu camino y solo por mirarle le sentase mal te podría acusar y casi te cortarían la cabeza allí mismo...-hay tenia mucha razón Glad- ¿Sabes la de gente inocente que puede morir?-pregunto con tono de angustia.
-¿Acaso te piensas que al rey le importa?-cuando pronuncie mi pregunta retórica lanzando a un rincón el cubo al mirarlo observe que ambos me observaban con cierta incredulidad. Entrecerré los ojos y me cruce de brazos.
-Aunque sea asi, la racionalidad…-le pare los pies a Glad dándole la espalda, cosa que le molestaba siempre. Entonces vino un pelotón de queja peor y mas irritante que el anterior.

Me había quedado un momento pillada al ver que Doru sabía hablar, mi hermano me lo había dicho aunque nunca me lo creí, pero la voz de Glad me devolvió enseguida al problema. Suspiré más de una vez entre asentimientos mientras él se seguía quejando.
-Si, si, tienes toda la razón, pero ¿y qué? ¿qué podemos hacer nosotros? Él dice y no nos queda más remedio que acatar, así funcionan las cosas- triste pero cierto, y aunque alguien quisiera actuar ahora lo tendría bien difícil.
-Claaaaaaaro, crucemonos de brazos -refunfuó mi hermano, poniendo mala cara.
-Tu memez me asombra ¿Has oido lo que decía esa ley? No quiero ni imaginar lo que pasaria si hubiese otra revuelta ¿Pero qué digo? ya no habrá más revueltas-Mi hermano era un idealista sin remedio, en el fondo yo acompañaba ese sentimiento pero tenía los pies puestos en la tierra más que él.
-Si, no hagamos nada para protegernos, ya que es muy peligroso...ah no espera, es peligroso de todas formas. ¿Te parece motivo suficiente para dejar que todo esto pase? -preguntó acusadoramente con los ojos muy abiertos.
-No- respondí ladeando la cabeza y cruzandome de brazos.
-¿Ves? lo que yo decía, aunque no se para qué, esto ya ha pasado y va a seguir pasando sin remedio...maldito gobierno-Glad estaba muy disgustado, se agachó y cogió un cubo aunque no entendí por qué, y él tampoco porque después empezó a dar vueltas tontamente para volver a dejarlo en el suelo, solía hacer cosas así cuando se agobiaba.

Apoye el hombro en uno de los pilares de madera del establo tras haber terminado de guardar los caballos mientras ellos seguían dándole vueltas a un problema sobre el que no tenían nada que hacer.
De repente Glad se quedo muy quieto, se giro hacía su hermana.
-¿Padre ha ido a decírselo a la aldea, no?-Shanet asintió confusa, y de golpe Glad estaba saliendo de la cuadra corriendo murmurando algo sobre que tenía que oír que decían.
Me quede en mi postura alzando una ceja y preguntándome sobre porque quería oírlo, y sobre su bipolaridad.
Luego me percate de que era la primera vez que me quedaba a solas con Shanet, la observe esperando que hiciese algo parecido a su hermano, solía observarla muy a menudo.
A veces se me ocurría que si me esforzase en sociabilizar encontraría en ella algo de similitud.

-¿Qué crees que vas a escuchar?- le medio grité girandome para mirar como se iba,él se limitó a hacer un gesto con la mano y siguió su camino. Cuando quise darme cuenta estaba en medio de un silencio un tanto incomodo, acostumbrada a tener a Glad al lado aquello era extraño. yo sabía muy bien lo que pasaría en el pueblo, mi padre informaría intentando excusar o quitarle algo de hierro a lo inexcusable, diciendo que es por el bien común y demás cosas que ni él cree...la gente cuchichearia, asentirian y se irian a decir lo que de verdad opinaban a casa.
-Él tiene fe en que la gente del pueblo osara decir algo en contra de la ley públicamente-comenté de pronto negando con la cabeza, no esperaba una respuesta por parte de Doru pero tampoco era de marcarme monólogos como Glad, mi silencioso acompañante se limitó a alzar una ceja, y por raro que sea entendí lo que decía con aquel gesto.
-Bueno...-intenté pensar algo con lo que romper el silencio mientras observaba perdidamente el establo y darle conversación al chico, pero lo cierto es que apenas sabía nada de él, me giré y apoyé la espalda contra el pilar que quedaba a mi lado -No quiero que haga tonterias, le gusta hacer tonterias...-terminé diciendo, hablando del único tema que sabía seguro teniamos en común, mi hermano.

El siempre se mete en líos, exprese y mi mala costumbre me llevo a decirlo dentro de mi cabeza y lo único que ella pudo saber es que yo estaba de acuerdo porque asentí levemente una vez con la cabeza.
Intente recordar alguna situación parecida a aquella con Shanet, ni una. Glad tenía mucha razón, demasiada algunas veces.
-Tu padre lo sacara del problema si se mete-me limite a comentar sin muchas ganas solo por aportar algo, simplemente me limite a seguir los consejos de las únicas personas que intentaban entablar una conversación conmigo Glad y mi madre.
Al reproducir de nuevo mi frase pensé que quizás ella pudiese encontrar cierto tono crispado en referencia a Simu, pero no me importaba, era la verdad. Su padre parecía un buen hombre, pero estaba tan ciego y equivocado como la mayoría.

Suspiré y asentí ante aquella animada conversación, dialogo, intercambio de opiniones...no no era como nada de eso.
-¿Tienes sangre en las venas?- solté sin poder contenerme, acto seguido me separé del pilar -Lo siento, Glad me habla muy bien de ti, es solo que todo éste tema pinta peor que mal -dije medio excusandome, pero su comentario había sonado peor en mi cabeza de lo que había sido, con cierto desdén, de sobra sabía que mi padre no despertaba simpatía a pesar de lo mucho que se esforzaba, eso no era una novedad, era culpa de Glad, me había vuelto loca con tanta queja, parecían seguir resonando.
-Supongo que no querrás ni escuchar lo que están diciendo en la aldea -asumí, planteandome que tal vez era allí donde debía estar, aquello empezaba a parecer un monólogo y Doru no tenía cara de "si, sigamos hablando".

-Prefiero no seguir observando semejante suicidio social…-me limite a decir yendo a ver a un caballo que parecía nervioso, lo calme poniéndole la palma de la mano entre los ojos y el hocico y en el silencio escuche una especie de revuelo cercano. Era imposible que perteneciese a la gente de la plaza, estaba demasiado lejos…
Le indique con el dedo a Shanet que mantuviera silencio, entonces pude empezar a separar los sonidos, una discusión entre hombres… escuche el sonido metálico propio de los soldados y de golpe, se me acelero el corazón al escuchar la queja lastimera de Glad.
Estaba en apuros.
Olvidándome de la presencia de Shanet salí del establo intentando guiarme por el sonido para saber en que dirección ir, provenía de la izquierda eche a correr de tal forma que deje atrás a la chica sin proponérmelo. Cuando gire, cerca de las vallas de madera del establo vi a Glad en el suelo llevándose una mano a la cabeza y a dos soldados en sus caballos acosándolo.
Sin pensar me puse entre el y los militares lanzándole sendas miradas de advertencia a ambos, que me devolvieron una mirada de superioridad seguía de una carcajada.
-¡Aparta! Deja que sea un hombre y se defienda…
Ni me movi.
-Lo haría pero entonces vos perderíais la condición de hombre-comente con elocuencia indicando la clara desventaja de Glad, ellos eran dos y a caballo.
Aquello los enfurecio.

Corrí todo lo que pude al percatarme de que era lo que estaba sucediendo. Seguí a Doru unos metros por detrás intentando alcanzarle con todas mis fuerzas, sobre todo cuando vi a Glad cercado por aquellos militares. Seguí corriendo sin cesar mientras observaba como el amigo de mi hermano se ponía delante de él, para cuando llegué solo logré vislumbrar el semblante cabreado de aquellos hombres, ¿qué había pasado?No pensé, ver a mi hermano en el suelo me lo impidió, corrí y acabé entre ellos y aquellos hombres.
-¡¿Sabeis a quien estais atacando?!- si eran militares de Olt habría alguna posibilidad de que eso llamase su atención, sin embargo no lo hizo, di un paso hacia atrás al tiempo que vi como uno de ellos dirigía su mano hacia la empuñadura de su espada.

Por instinto al observar aquel peligroso y amenazante movimiento del soldado me coloque por delante de Shanet, dejando a Glad y sus quejas.
-Claro que lo sabemos-contesto el soldado con una tosca sonrisa, los militares se miraron entre si- Pero yo de ti no me refugiaría tanto en el nombre de tu padre…
Una macabra y retorcida sonrisa volvió a dibujarse en el único que hablaba, observe que el otro parecía un tanto inseguro de lo que estaban haciendo.
No dije nada mas tras mi vacilación anterior, no era inteligente servir mi cabeza en bandeja.
Pero no me fiaba de mi paciencia, ni siquiera de la que tuviera Shanet y sobre todo, de la boca de Glad, mezclar su indignación con aquel abuso haría que dijese cosas por las que acabaría en una mazmorra.
Cavile opciones mientras el soldado provocador obligo a su caballo a dar fuertes trotes sobre la tierra para intimidar.
Dibuje una fina sonrisa, fui en su dirección y le tape los ojos a su caballo, luego imite el sonido de una serpiente, el resultado fue una obra de arte.
Me había pasado la vida teniendo que socorrer a asustados caballos por la presencia sinuosa de aquellos animales, por naturaleza le tenían un miedo atroz.
El caballo del soldado se levanto sobre sus dos patas, golpeándome en el pecho y lanzándome para atrás, pero echo a correr totalmente descarriado y llevándose consigo a su molesto jinete.
Su compañero nos miro desconcertado pero finalmente tomo la decisión de ir tras el soldado en apuros.
Me levante con una mano en el pecho y un claro gesto de dolor, iba a decir algo cuando Glad se me adelanto.
-¿Corremos, no?-pregunto al mismo tiempo que echaba a correr con un pequeño corte en la cabeza.

Por un momento me pregunté que diablos estaba haciendo Doru, sin embargo la eficacia de su plan fue abrumadora. Glad no tuvo que repetirlo en cuanto tuvimos ocasión salimos corriendo hacia el lugar que quedaba más cerca, los establos. Llegamos hasta allí y mi hermano se dejó caer, yo le imité y empecé a abrazarle preguntandole si estaba bien una y otra vez, él intentaba apartarme diciendo que era una pesada. Le pase la mano por la cabeza, tenía un corte y sangraba, no podía evitar preocuparme, sabía que se iba a meter en problemas.
-Tenemos que ir a casa, hay que curarte eso -fue una orden más que otra cosa, además tampoco me gustaba que estuviesemos solos, por si volvían, me gire hacia Doru cuya genial idea le había costado un buen golpe.
-¿Estás bien? -le pregunté a él también poniendole una mano sobre el hombro -¿Qué diablos ha pasado ahi fuera? Da igual, primero tenemos que volver-dije antes de que nadie más pudiese decir nada.

Cuando me puso la mano en el hombro fue extraño, y me limite a asentir restándole importancia. Debería de haberme adelantado a la reacción del caballo, un fallo por mi parte debido a la improvisación…
Fulmine con la mirada a Glad.
-¿Qué?-replico-¡Yo no he hecho nada!-se defendió pero no había credibilidad en sus palabras.
La idea de Shanet de salir no me pareció acertada, esos soldados estaban enfadados y humillados, mejor quedarse aquí y si venían a buscarnos nos esconderíamos entre los caballos.
Glad se toco la herida haciéndose mas daño y miro con expresión lastimera a su hermana, luego me miro a mi esperando una idea sobre que hacer.
-Lo mejor es no salir-comente, ellos podían hacer lo que quisieran. Me asome a la puerta principal del establo y no vi a nadie afuera.
Glad tras oír mi comentario e intención se acomodo entre la paja, a veces le faltaba un poco de inercia propia y cuando se trataba de hacer algo valiente nunca actuaba en solitario.
-Estoy de acuerdo-agrego echando la cabeza hacía atrás y adoptando una postura de hombre herido.
-Cobarde…-murmure.
-¡Mentira!-grito indignado.

-Vale...-murmuré al pensar que tal vez Doru tuviese razón y que de todas formas Glad no tenía intención de moverse. volví a acercarme a él para ver su herida, estaba empezando a ponerme nerviosa e hipocondriaca.
-Déjame ver... -dije agachandome para observarlo.
-¡Qué estoy bien! -me cortó él echandose hacia atrás y cruzandose de brazos. Levanté las manos y abrí los ojos de par en par alejándome para dejarle en paz, no por ello dejándo de mirarle mal. Resoplé apoyandome en la pared.
-¿Qué ha pasado? Seguro que has dicho algo que no debias obviamente delante de quien no debías...¿Te das cuenta que lo que haces no solo te afecta a ti? afecta a toda la familia - negué mordiendome el labio, Glad a veces pecadaba de inconsciente, tal como estaban las cosas eso era algo que ya no se podía permitir.
-Podrias meter a padre en un apuro...en más apuros -aclaré, como si eso fuese muy difícil, bastante delicadas eran ya las cosas como para ir creando problemas sin más con los militares que rondasen Olt.

Preste atención a la conversación de ambos mientras le daba la vuelta a un cubo y me sentaba sobre la base, apoye los codos en las rodillas y la barbilla entre los puños. Tenía la vista pendiente en la puerta, pero el oido mas atento a lo que decián.
-¿Mas?-solto Glad- Querida hermana, creo que padre ya anda en uno que no tiene superación.
Recompuso su postura y se sento apoyandose en la manos.
-Nunca debío rechazar semejante proposición, a firmado una sentencia maldita, para el y para nosotros... Si me hubiese escuchado...-solto por lo bajo.
Recorde a que se refería, hace una semana Glad me había contado que el mismisimo Rey le había propuesto un lugar en Tulcea a Simu, aquello significaba uno de los eslafones mas deseados en la región. Pertenecer a las filas cercanas al rey, ser un noble, vivir entre reyes...
Pero el padre de ellos lo había rechazado y desde entonces, las cosas se habían puesto un poco feas.
Glad había discutido con su padre como nunca lo había hecho, incluso conmigo, cuando me conto que el hubiese preferido haberse instalado en Tulcea.
Intento explicarme sus motivos, el no tenía como ambición la nobleza, si no una mas humilde y justa. Aunque yo personalmente, ni la aceptaba ni la compartia.
-Esos soldados solo son una prueba mas de lo que ahora nos espera...

Fui cambiando la expresión de mi cara conforme las sandeces que decía Glad iban aumentando, seguí de brazos cruzados mirando al techo conteniendome de darle otro golpe en la cabeza para ver si espabilaba un poco.
-Oh, claro, son la pureba...y si tu aprendieras a cerrar la boca evitarias que se escapasen sonidos de ella -dije muy despacio para que lo entendiese, levantando la mano y acercando el dedo índice y pulgar mostrando gráficamente lo que deberia de aprender a hacer con su gran boca.
-No, si ahora el culpable seré...
-Padre hizo lo correcto, el tema está zanjado -salté con aquello de pronto ya que llevaba un rato ofuscada por el comentario hacia la decisión de nuestro padre, él si que no era el culpable.
Sabía de sobra que Glad estaba resentido por aquello aunque no me cabia entender por qué, padre había tomado esa decisión por nosotros, el ambiente de Tulcea no era el mejor, aun menos para gente como nosotros, tampoco era como si hubiese ofendido al rey, después de todo seguía sirviendole.

Glad se levanto a replicar, poniéndose de pie para hacerse oír, como se nota que era su hermana. Dejarle con la palabra en la boca a Glad era una tortura para el, cuando se dispuso a agarrar a su hermana para que le hiciese caso, me levante y le puse la mano en el pecho.
-Cállate anda-le pedí por las buenas, el me lanzo un resoplido pero comprendió que era una batalla en la que el estaba solo en su bando. Mire a Shanet casi como queriéndole decir que me alegraba que ella no se pareciese a Glad, el cual se fue murmurando entre dientes a una esquina del establo.
Le retire la mirada a Shanet por si la incomodaba, ¿Desde cuando me importaba a mi eso?
Me acerque a la puerta.
-No creo que vengan a vengarse…-comente- Pero seguramente nos guarden rencor y cuando menos lo esperemos…
No termine la frase sabía que ellos lo comprenderían.
-La reunión ya debe haber terminado-apunte viendo pasar a gente.

Me alegré de que Glad se alejase y se quedase un rato en silencio, lo que seguro le supondria reconcomerse por dentro, pero sobre todo me alegre de que su amigo no le siguiese el juego y su paranoia extremista. Cuando Doru dijo que la reunión ya había terminado decidí por mi hermano y por mi que ya era hora de volver a casa, por lo menos para ponerle algo a Glad en la cabeza.
Preferí no pensar en que aquellos guardias volverian en una venganza personal y me quedé con la idea de que tendrían ordenes más importantes que cumplir.
-Vamos...-le murmuré a Glad tirando de su brazo para que se levantase, él se levanto apoyando un brazo contra la pared y extendiendo el otro para apartarme, salió de la cuadra refunfuñando algo que no logré entender.
Suspire con algo de desesperación por lo que tendria que aguantar en casa y me gire para cruzar la mirada con Doru.
-Hasta la proxima -me despedi con un leve ladeo de cabeza y comencé a caminar tras mi hermano.